PROTEGIDO POR UN DIOS

     ¡Hola! Somos los alumnos de Villalazán, pequeños egiptólogos que, excavando en las pirámides del patio de nuestra escuela, encontramos un auténtico papiro en el que desciframos una historia tan, tan fantástica... que hemos querido compartir con todos vosotros, blogueros aficionados a este tema.

     Hace algún tiempo, en Alejandría, cerca del Delta del Nilo, vivía una familia de campesinos, formada por un matrimonio y sus 9 hijos.

     Kassim, el padre, era experto en el cultivo del papiro que crecía en las fértiles orillas del río. Hit, la madre, aprovechaba el papiro que su marido cosechaba para hacer sandalias y cestas. Luego, comerciaba sus artesanías a cambio de trigo para hacer gachas y de cebada para elaborar su bebida preferida, la cerveza. Todos sus hijos colaboraban en las tareas domésticas, ayudaban a sus padres en sus trabajos y siempre

les quedaba tiempo para jugar con sus amigos al senet, a la peonza o al castro.

    
     Un día, al amanecer, cuando el padre se disponía a salir a trabajar, Nejty, el pequeño de 5 años, decidió seguirle sigilosamente mientras los demás dormían.Cruzó por el canal de riego y, al llegar al río, se despistó con un escarabajo que rondaba por allí y, cuando se quiso dar cuenta, había perdido de vista a su padre que estaba oculto entre los altos tallos de papiro. Se puso tan nervioso que echó a correr, se tropezó con una piedra y... ¡¡¡cataplum, chispum!!!

¡CAYÓ DIRECTO AL RÍO!

     Al mismo tiempo, un HIPOPÓOOOOOOOTAMO camuflado bajo el agua lo vio y, preparado para comérselo, abrió su enorme boca cuando...

...apareció un COCODRIIIIIIIIIIIIILO y lo ahuyentó.

     El niño quedó sorprendido por la reacción de aquel animal que no era un cocodrilo cualquiera, sino el mismísimo dios Sobek, dios del agua y la fertilidad, que venía al rescate de Nejty.

Con mucho cariño y cuidado, lo colocó encima de su lomo y lo acercó a la orilla, donde su padre esperaba preocupado y sorprendido por lo que acababa de observar. Kassim abrazó a su hijo a la vez que el cocodrilo desaparecía bajo las aguas. Pensó que aquel milagro sólo podía haber sido obra de un ser divino.

     Desde aquel día, Nejty y su familia siguen dejando ofrendas en ese lugar.

EL TESORO DE TUTANKHAMON

   Días más tarde, Nejty viajó con su padre

a la ciudad del Cairo para comprar aparejos

necesarios para trabajar el papiro. Allí, fue

a ver a su prima Sagira, cuyo nombre

 significaba “pequeñita”, con la que se quedó mientras su padre compraba.

Cerca de su casa había unas ruinas donde fueron a jugar. De repente, Sagira dio un grito. Muy asustado, Nejty fue a ver lo que le había pasado. ¡Habia visto un escorpión!

Mirando fijamente se dieron cuenta de que debajo del escorpión había un mapa y un acertijo, escrito en jeroglíficos.

El mapa era así:

Ellos estaban en la estrella azul pero, ¿dónde estaría el tesoro?

Manos a la obra decidieron resolver el acertijo para saber hacia dónde caminar.

El acertijo era el siguiente:



Después de mucho pensar llamaron a Toth, dios de la sabiduría.

Con su ayuda lo pudieron descifrar y así conocer su siguiente destino: las pirámides de Gizeh.

En una de las pirámides encontraron un papel que contenía este jeroglífico:

Sagira recordó, que días antes había visto ese dibujo en algún lugar. Tras meditar un momento recordó que era el collar de Tutankhamon. Así, decidieron seguir el mapa en dirección a su tumba.



Una vez allí, y siguiendo el mapa, encontraron la siguiente adivinanza escrita con jeroglíficos. ¿Nos ayudais a resolverla?

¡Muy bien! Gracias a vuestra ayuda llegaron a la orilla del Río Nilo.

Tras buscar y no encontrar nada, volvieron a mirar el mapa y gracias a él pudieron acercarse más  a la zona en la que estaba enterrado el tesoro.

Una vez allí y tras mucho cavar, encontraron un Papiro con el valioso retrato de Tutankhamón.

UNA NOCHE INOLVIDABLE

Un atardecer, Kassim e Hit le contaron a sus hijos la historia de su infancia; los reunieron a orillas del río Nilo, y la madre preparó pescado a la brasa, “sambousek” y pan tostado con aceitunas; bebieron “irssous”, agua de regaliz.  Kassim puso en el suelo un mantel hecho de hojas de papiro trenzadas con paja de trigo, colocó encima los manjares y llamó a toda la familia para que vinieran a sentarse alrededor.

-¿Sabéis, hijos? –preguntó Kassim-, mamá y yo nos conocemos desde niños; nuestros padres se llevaban muy bien porque se ayudaban a arar los campos, a segar el trigo, a regar cuando nos tocaba el turno... Se llevaban tan bien que habían concertado nuestro casamiento, y así fue: cuando cumplimos los quince años de edad nos casamos. Pero a vuestra madre la hicieron esclava y a mí me llevaron a las canteras a sacar bloques de piedra para construir la tumba del faraón.

- Pero un día nos encontramos los dos –intervino Hit- y nos escapamos a Sais, en el Delta del Nilo. Allí estuvimos escondidos hasta que vosotros nacisteis, hijos míos.

- ¿Entonces qué hacemos en Alejandría? – interrumpió Nejty.

- En una crecida del río Nilo toda la zona quedó inundada –explicó Hit-; esa crecida borró las huellas de nuestra huída, todos pensaron que nos habíamos ahogado y nosotros aprovechamos para mudarnos a Alejandría.

-¡Ah, claro! –exclamó Josafatu, el hijo mayor-, por éso nunca vamos a ver a nuestros abuelos.

- Sería demasiado peligroso, hijos míos –dijo Kassim-, pero ellos lo saben y lo comprenden; cuando vamos a El Cairo vuestro tío Ayu, el padre de Sagira, me da noticias de vuestros abuelos y yo le cuento cómo estamos para que se lo transmita a ellos.

         Aquella noche fue inolvidable; todos se quedaron hablando hasta muy tarde bajo la luna llena; bueno, todos menos Nejty, que se durmió en brazos de Hit soñando con agua y lluvia.

EL ENCUENTRO

Un día el tío Ayu habló por separado con su hermano y con sus padres.  Pensó que sería una buena idea organizar un encuentro entre la familia. La idea fue muy bien acogida por todos, los abuelos y la familia de Kassim e Hit. y… ¡  dicho y hecho!  Prepararon un viaje sorpresa para toda su familia a la fiesta de Opet en Karnak.
Kassim, Hit y sus nueve hijos, desde Nejty el más pequeño, hasta Josafatu ,el más mayor, viajaron a través del río Nilo a Karnak.
Los niños se sentían genial, ya que cualquier viaje siempre les proporcionaba la oportunidad durante unos   días de estar ocupados en los preparativos y luego disfrutar de la emoción de conocer cosas nuevas.

El encuentro con los abuelos fue algo que no se esperaban, fue muy emotivo para todos en especial para los más pequeños que no dejaban de saltar y corretear a su alrededor.

 Habían conocido a sus abuelos y estaban viajando con ellos a la fiesta de Opet, la fiesta más importante de Egipto.
El faraón Ramsés II era llevado por cuatro sacerdotes y contemplado por miles de egipcios apostados a ambos lados . Sentado en su trono iba saludando a todos los allí presentes.

Todos estaban tan concentrados en el desfile del faraón que no de percataron de que uno de sus miembros no estaba…

 Pero, ¿dónde se había metido la pequeña Akila?
Akila era muy vergonzosa y le asustaba la concentración  de gente que había, por lo que  decidió alejarse de aquel gentío viendo todos los preciosos alrededores.
Todo era nuevo para ella y aquellas construcciones inmensas y su curiosidad de niña la iban alejando cada vez más del lugar donde estaba su familia, tanto,que,de repente, se encontró fuera de la zona de los templos y viendo que un toro furioso se dirigía hacia ella. Corrió con todas sus fuerzas hasta que logró esconderse  entre unos arbustos y despistar al animal..

Mientras tanto en la fiesta…
Hit,  se dio cuenta de que faltaba alguien y en pocos minutos toda la familia se puso manos a la obra para buscar a Akila,
Por fin al anochecer la encontraron, estaba sentada en el suelo, llorando y al ver a su familia echó a correr hacia ellos y les explicó todo lo ocurrido.
La niña les aseguró a sus padres que jamás se volvería a separar de ellos sin avisar.

Ya eran las ocho y el sol se escondía cada vez más, los nueve niños y sus padres embarcaron en una faluca y se fueron a Alejandría y los abuelos  a Roseta, pero desde ese día los pequeños iban todas las semanas a visitar a sus abuelos.





LOS EGIPCIOS SE VAN DE OLIMPIADAS.

AKILA era una niña egipcia  muy despierta y con grandes habilidades para el deporte. Un buen día recibió un papiro donde se le invitaba a que participase en las próximas olimpiadas de Tebas.

Junto con Akila, los hermanos Re y Ra amigos de ésta también habían conseguido buenas marcas y se estaban preparando con un entrenador de Hispania para participar en sus segundos Juegos. Desde pequeños habían destacado en la esgrima y ya por el año 1998 antes de Cristo ganaron la primera medalla de oro venciendo a dos buenos contrincantes, Sinhué y Masud.

Sin embargo en estas nuevas olimpiadas no bastaba con ser un buen luchador de esgrima puesto que las pruebas eran más complicadas: desde carreras por el desierto, carreras con carros, lanzamiento de piedras o levantamiento de pilares.

Todas las pruebas se fueron realizando durante una semana y fueron presenciadas por un público venido de muchos países deseosos de ver coronado con la corona de laurel al más fuerte de todos los participantes.

Según se sucedían las pruebas Akila parecía la más fuerte destacando en su especialidad la esgrima. Sin embargo, llegado el último día dos fueron los atletas que alcanzaron la máxima  puntuación de las pruebas estableciéndose un empate. Estos dos atletas fueron Akila y Ra.

Los organizadores decidieron que deberían retarse en un combate de esgrima con escudo y florete a un máximo de diez toques. El combate estuvo muy igualado llegando a situarse en un nueve a nueve, pero después de un descanso de los atletas, fue Akila la que en un descuido de Ra consiguió el toque que le daría la victoria del combate y de la olimpiada.

Akila había conseguido una nueva medalla pero al mismo tiempo había logrado mantener la amistad de Ra a pesar de haber perdido. Ambos ya pensaban en prepararse para unos nuevos juegos que se iban a celebrar el próximo año en Israel.

LA BODA DE SAID Y AMORET

La primera boda de la familia fue cuando se casó Amoret. La primera hija que nació. 

Amoret era una chica de doce años. Era muy guapa. Gustaba a todos los chicos del pueblo. Le encantaba peinarse y maquillarse y aunque era presumida también ayudaba a las tareas del campo. Recogía el arroz y el maíz que su familia plantaba a orillas del río Nilo. Un día mientras recogía maíz se tropezó y se cayó al río. Cerca estaba Saíd, un chico joven y fuerte pescando. Al ver que alguien se caía, saltó de su barca, la cogió y la acercó a la orilla. La familia le estaba tan agradecida a Saíd, que le dieron la mano de su hija.

Amoret se enfadó mucho, no quería que sus padres eligieran su destino, pero Saíd estaba muy muy enamorado. Le enviaba poemas de amor, canciones, cartas... Amoret al final se enamoró.

Las familias prepararon la boda, la novia llevaba una túnica de lino adornada con bellas joyas.

La ceremonia se celebró en el templo Abusi.

Después comieron y bailaron. Todos los chicos del pueblo tenían envidia de Saíd.

LA BODA DE SAID Y AMORET

DESAPARECIDOS

Jumi y Dux, que así se llamaban los padres de Said, estaban tan contentos de que su hijo se hubiera casado; que decidieron darles una sorpresa a él y a su mujer.

¡Les regalaron un viaje a la famosa ciudad VERTIC! Ellos se alegraron mucho y; sin dudarlo, dando las gracias, se fueron.

Tras varias horas de viaje por fin llegaron y pudieron ver la tumba de PERFU, el faraón más admirado por los egipcios.

Said y Amoret regresaron a casa ya que añoraban mucho a su familia, pero en casa no había nadie y los recién casados se temían lo peor.

Pasaron varios días y nadie regresaba. Cuando menos se lo esperaban, entró un señor con barbas largas y les dijo: “se los han llevado a todos a las canteras.”

Inmediatamente corrieron hacía allí y los vieron. Amoret pensó en un magnífico plan para rescatar a sus padres y a sus hermanos.

DURU, nombre del faraón que regentaba las canteras era un gran aficionado a combatir en el arte de la Esgrima.

Se le ocurrió llamar a Ra y Re y les contó el plan de rescate. Este consistía en un duelo entre Ra y DURU. Si ganaba Ra, soltarían a la familia, pero si no, Amoret sería sacrificada por retar al gran faraón.

Tan rápido como que canta un gallo, Ra ganó el combate y todos se salvaron.

Para celebrarlo, Hit preparó un gran banquete y varios jarrones de cerveza.

A consecuencia del resultado del combate, el faraón dio órdenes de que quedaran libres para siempre y no tuvieron que volver a esconderse.

Se  trasladaron todos, incluidos los abuelos y los tíos a vivir a las cercanías de Alejandría y  por fin pudieron vivir felices.

  

NEJTY, EL GRAN EMBALSAMADOR

Cuando Nejty tiene 15 años, ocurre una tragedia que va a marcar su futuro. Sus abuelos fallecen a causa de un incendio en la casa familiar. Nejty siente la necesidad de ayudar a embalsamar a sus abuelos y a partir de ese momento dedicará todos sus esfuerzos a mejorar las técnicas existentes para ayudar a que los cuerpos de las personas que han muerto se conserven mejor.
Después de varios años dedicados a este trabajo, Nejty decide que le gustaría estudiar Medicina para ayudar a las personas que están vivas y aliviar sus enfermedades.
Consigue aprobar el acceso a la Escuela de Médicos del Cairo, debido a los grandes conocimientos que ha adquirido en su trabajo de embalsamador. Tras varios años estudiando, Nejty ya es médico, y su fama va creciendo poco a poco.
Dedica todo el tiempo que puede a curar a los enfermos, sin importarle lo que le puedan pagar. Utiliza hierbas medicinales que le ayuda a recoger su prima Akila, que siempre ha seguido a su lado.

Un día es llamado al palacio del faraón, que lleva una semana padeciendo fuertes dolores de cabeza. Nejty le pregunta por todos los síntomas, por los alimentos que suele comer, y rápidamente decide poner un tratamiento con hierbas medicinales, y con cambios en la alimentación. En pocos días el faraón se recupera y nombra como médico suyo a Nejty.

Le facilitan una gran casa y allí se traslada a vivir con toda su familia. Nejty le ha rogado al faraón que le deje seguir curando a los que lo necesiten, pues es la única forma de seguir aprendiendo a curar las distintas enfermedades. El faraón accede y la vida de Nejty transcurrirá feliz junto a los suyos.

                         FIN